La autoestima es el modo en el que como individuos nos valoramos a nosotros mismos, de forma que es uno de los factores clave para el bienestar emocional. Tanto una baja autoestima como una demasiado inflada puede ser problemática. Lo ideal es tener una autoestima equilibrada y ajustada a la realidad, desde la que podamos ser conscientes de las propias limitaciones y nuestro potencial.
El psicólogo y escritor Walter Riso defiende que en la escuela debería incorporarse dos nuevas asignaturas: “Aprender a perder” y “Amor propio”. De esta forma podríamos enseñar a los niños las claves de las relaciones sanas. La autoestima también se puede enseñar desde la infancia, afirma el psicólogo, a través del desarrollo de cuatro pilares: el autoconcepto (lo que piensas de ti mismo), la autoimagen (lo que te agradas), el autorrefuerzo (cómo te premias) y la autoeficacia (la confianza que tienes en ti mismo).
Siendo adultos, este es un trabajo personal que podemos hacer solos o acompañados por un terapeuta, consiguiendo un cambio y transformación personal que nos permitan vivir en armonía con nosotros mismos y las demás personas.
La autora y psicoterapeuta Virginia Satir escribió unas líneas que explican a la perfección el concepto de la autoestima: “En todo el universo, no hay otra persona exactamente igual que tú. Yo soy yo, y todo lo que soy es único. Soy responsable de mí misma, tengo todo lo que me hace falta aquí y ahora para vivir plenamente. Puedo escoger manifestar lo mejor de mí misma, puedo escoger amar, ser competente, encontrarle un sentido a la vida y un orden al universo, puedo escoger desarrollarme, crecer y vivir en armonía conmigo misma, con el resto de las personas y con Dios. Soy digna para ser aceptada y amada exactamente como soy, aquí y ahora. Me amo y me acepto, decido vivir plenamente desde hoy”.

Es decir, como adultos, solo a nosotros nos corresponde tomar la decisión y realizar las maniobras necesarias para el cambio, para conseguir una autoestima equilibrada y sana. Para ello, hay una serie de acciones que puedes poner en práctica en tu día a día, tanto cuando las cosas te salen como querías como cuando no es así.
Acciones para el día a día
1-Atrévete a ser tú mismo: según la importancia de las perturbaciones sufridas durante nuestra educación, podemos llegar a intentar esconder al resto de personas quiénes somos en realidad, por miedo a no ser aceptados. Puede también suceder que una persona no llegue a saber verdaderamente quién es. Un mejor conocimiento de uno mismo facilita las relaciones con los demás y mejora la autoestima. Dedica tiempo a conocerte, a saber quién eres.
2-Refuerza la convicción de que tienes valor como persona: quererse a uno mismo es exaltar lo que a uno le gusta de sí mismo y entender que no te validan los otros, te validas tú mismo. El último juez de tu propia conducta eres tú mismo.
3-Reconoce los elementos más importantes de tu diálogo interior: qué te dices cuando te equivocas, cómo te sientes cuando te hacen un cumplido, si te sientes cómodo al decir no…
4-Renuncia al perfeccionismo para ti y para los demás: diciéndote que tienes derecho a hacer las cosas bien, pero nadie te obliga a ser perfecto. “Lo debería haber hecho mejor” o “¿Por qué me equivoqué?” son pensamientos que llevan al autocastigo y la autoexigencia. Cuando tienes una autoexigencia muy alta generas sentimientos de inseguridad.
5-Aprende a comunicarte de una manera clara y abierta.
6-Cuida los vínculos familiares y de amistad: cultivando las relaciones con las personas afectivamente importantes.
7-Mejora la percepción que tienes de ti mismo y atrévete a sentirte orgulloso.
8-Honra tus propios valores: porque ello supondrá que los has identificado y afirmado.
9-Refuerza la convicción de tener aptitudes que permiten enfrentarte a la vida: afrontando los cambios, asumiendo riesgos calculados, renunciando a aplazar tus obligaciones e identificando tus fuerzas y recursos.
10-Lleva a cabo hábitos de vida saludable: que te permitan estar en condiciones para afrontar nuevos retos y cuidar tu autoestima a través de la autosuperación.


