Loading...

Compartir en:

Comer menos para vivir más: ¿mito o realidad?

*Contenido exclusivo para suscriptores

La búsqueda de la longevidad y de una vida saludable ha llevado a la humanidad a explorar diversas dietas y hábitos. Entre ellos, ha cobrado especial relevancia la idea de que reducir la ingesta calórica podría ser la clave para retrasar el envejecimiento y prolongar la vida. Pero, ¿qué hay de cierto en esta afirmación?

Los fundamentos científicos

La restricción calórica, es decir, consumir menos calorías de las que normalmente se necesitarían para mantener el peso, ha sido objeto de numerosos estudios en animales. Estos experimentos han demostrado de manera consistente que los organismos sometidos a este régimen viven más tiempo y presentan una menor incidencia de enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

Las teorías más aceptadas sugieren que la restricción calórica activa mecanismos de defensa celular, reduce el estrés oxidativo y modula las vías de señalización que controlan el crecimiento y el metabolismo. En otras palabras, al comer menos, el cuerpo entra en un estado de «supervivencia» que lo hace más resistente a las agresiones del tiempo.

Comer menos para vivir más: ¿mito o realidad?

*Contenido exclusivo para suscriptores

La búsqueda de la longevidad y de una vida saludable ha llevado a la humanidad a explorar diversas dietas y hábitos. Entre ellos, ha cobrado especial relevancia la idea de que reducir la ingesta calórica podría ser la clave para retrasar el envejecimiento y prolongar la vida. Pero, ¿qué hay de cierto en esta afirmación?

Los fundamentos científicos

La restricción calórica, es decir, consumir menos calorías de las que normalmente se necesitarían para mantener el peso, ha sido objeto de numerosos estudios en animales. Estos experimentos han demostrado de manera consistente que los organismos sometidos a este régimen viven más tiempo y presentan una menor incidencia de enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

Las teorías más aceptadas sugieren que la restricción calórica activa mecanismos de defensa celular, reduce el estrés oxidativo y modula las vías de señalización que controlan el crecimiento y el metabolismo. En otras palabras, al comer menos, el cuerpo entra en un estado de «supervivencia» que lo hace más resistente a las agresiones del tiempo.