Detrás del perfil de Instagram @rafuel55, encontramos a Rafael Antolín. Ya reúne más de 8.500 publicaciones y casi 715.000 seguidores, lo que le ha llevado a convertirse en uno de los instagrammers gastronómicos con más influencia en esta red social. Su cuenta está llena de vídeorecetas, donde explica de forma sencilla cada elaboración, y fotografías de unos platos donde la estética reina.

 Autor de la foto:© Moneo Moneo

¿Quién es @rafuel55?

Nadie. Al final soy una persona normal que cogió las redes sociales como afición y por casualidad. Lo que siempre he hecho ha sido comunicar, y hacerlo en redes ha sido un boom.  Sabiendo hacer las cosas bien hechas y trabajando día a día, ya llevo 12 años en las redes sociales y nunca he pasado un día sin publicar.

¿Dónde nace tu relación con la cocina?

La educación culinaria viene desde que nacemos. Cuando naces tienes dos sabores y a partir de ahí empiezas a crecer y a multiplicar. Con los años empiezas a ir a los mercados y todo eso te va llevando a conocer más sabores. A mí siempre me ha gustado comer bien y bonito. Es muy importante que el plato cuando se presenta en mesa esté bonito. A mí me gusta la mesa bien puesta, y pienso que el gran defecto que hemos tenido durante muchas generaciones ha sido preparar la mesa solo por Navidad, porque esta mesa tiene que estar todos los días.

¿Has hecho alguna formación en hostelería?

Sí, hice unos cursos de formación porque me servían para desestresarme. Me venía bien ir a una escuela de Barcelona a hacer unos cursillos de esos de 24 o 48 horas, conocía gente nueva y además tomaba un picoteo bueno. Me fui animando cada vez más y me puse a hacer cursos de cocina como aficionado y aquí estoy.

¿Cuándo y por qué empezaste a compartir contenido en las redes sociales?

Empecé para que lo vieran mis hijas y sus amigas. Vi que la gente joven tenía ganas de aprender sobre cocina porque mis hijas me pedían que les enseñara algunas recetas a sus amigas y después merendaban. Siempre lo hice de una manera casual, y poco a poco fui consiguiendo seguidores, en su mayoría jóvenes.

Autor de la foto: © Moneo Moneo

¿Todavía recuerdas la primera vez que se hizo viral alguno de tus vídeos? ¿Cuál fue?

Los primeros vídeos eran de 15 segundos y todos éramos nuevos en las redes sociales: unos para verlos y otros para hacerlos. Una vez cogí un pastel y lo estaba cortando cuando se me cayó el cuchillo al suelo y dejé ir una expresión acompañada de un grito de sorpresa que hizo que el vídeo se hiciera viral. Después también recuerdo un vídeo que grabé en Formentera, mientras me hacían una tortilla francesa en una plancha vieja de la cocina del hotel. Le pedí al cocinero que me pusiera el doble de queso, y aquel vídeo tuvo más de 1 millón de visitas.

¿Cómo grabas las recetas?

Yo lo hago todo solo, ya que edito y grabo con mi móvil. Tengo trípodes, tengo una cocina con mucha luz, y voy haciendo según el día de la semana o del mes que es. Dependiendo si es lunes o viernes cuelgo una ensalada o un chuletón, y dependiendo de si es principio o final de mes utilizo producto de un precio u otro.

¿Qué consejos darías a alguien que no sabe cocinar?

Cuando alguien me dice que no sabe cocinar no me vale, quien dice que no sabe cocinar es porque no se lo ha planteado. Tú llegarás donde quieras si te lo propones. Así que quien quiere aprender a cocinar, se pone y cocina.

¿Hay algún cocinero que sea tu inspiración? ¿De dónde salen tus recetas?

El cocinero que más me gusta es Karlos Arguiñano porque coge una escarola, la aliña y está muy buena.  Él utiliza producto fresco y de mercado, que es justo lo que yo defiendo, y no las grandes superficies. La comida debe ser de Km 0 y de los mercados de las ciudades y pueblos. Mis recetas salen de las técnicas que he ido aprendiendo. No hay ninguna receta que sea siempre igual, y no engaño a nadie. La receta es hacerlo.

Autor de la foto: © Moneo Moneo

¿Cuál es tu plato estrella?

Estamos en el Mediterráneo y somos muy privilegiados de tener la cocina y el mercado que tenemos. Mi plato preferido es el huevo frito con patatas fritas, y un día le pondremos jamón y otro unas gambitas de Palamós. Ese es el plato, no hace falta nada que venga de fuera. Tenemos el aceite de oliva, unas patatas sensacionales, una huerta sensacional, un pescado y una carne sensacionales.

También has publicado un libro: Mis mejores recetas. ¿Cómo surgió la idea y qué ha significado para ti este proyecto?

Cuando llegó la pandemia empecé a hacer recetas sencillas, con utensilios y productos que todo el mundo pudiera conseguir. Es decir, no hice ninguna receta ni con papel higiénico ni con harina. Entonces, además de hacerlas y grabarlas, las escribía. Y al finalizar el confinamiento tenía 90 recetas escritas que envié a una editorial y salió el libro. Y el proyecto que tengo entre manos ahora es publicar mi segundo libro.