Imagina tu cuerpo como un coche. Aunque todos los coches de un mismo modelo tengan la misma edad, algunos pueden lucir y funcionar mejor que otros debido al mantenimiento y el cuidado que reciben. Pues bien, tu edad biológica es como el kilometraje de tu cuerpo. Es una medida de la salud de tus células y tejidos, y no necesariamente coincide con tu edad cronológica (es decir, los años que has vivido).

Los investigadores definen la edad biológica como “la acumulación de daño que podemos medir en nuestro cuerpo. Ese daño proviene del envejecimiento natural, así como de nuestro entorno y comportamientos.

¿Por qué es importante conocer tu edad biológica?

Conocer tu edad biológica te puede ayudar a tomar decisiones más informadas sobre tu salud y bienestar. Si tu edad biológica es menor que tu edad cronológica, ¡enhorabuena! Significa que estás envejeciendo de forma saludable. Sin embargo, si es mayor, puede ser una señal de que tu cuerpo necesita algunos ajustes. Es decir, si los números coinciden, significa que tu cuerpo está envejeciendo apropiadamente. Si tu edad biológica es menor que tu edad real, significa que tu cuerpo está envejeciendo más lentamente de lo que es típico para su edad. Si tu edad biológica es mayor que tu edad real, puede significar que tus células han sufrido mucho daño y tu cuerpo está envejeciendo más rápidamente que alguien de su edad real.

Existen diferentes métodos para calcular la edad biológica, pero uno de los más utilizados se basa en un análisis de sangre. Este análisis mide ciertos marcadores en tu sangre que están relacionados con el envejecimiento.

Actualmente, la forma más precisa de determinar tu edad biológica es a través de análisis de sangre especializados. Estos análisis miden diversos biomarcadores, como:

• La metilación del ADN: Este proceso químico en el ADN puede revelar cambios relacionados con el envejecimiento celular.
• La longitud de los telómeros: Los telómeros son las “caperuzas” de los cromosomas y se acortan con la edad.
• Los niveles de proteínas específicas: Algunas proteínas están relacionadas con el envejecimiento y sus niveles pueden indicar tu edad biológica.
• Los metabolitos: Sustancias producidas por el metabolismo celular que pueden revelar información sobre el estado de salud de tus tejidos.

Los científicos están explorando otros biomarcadores y combinaciones de ellos para obtener una imagen más completa de la edad biológica. Además de los análisis de sangre, existen otras maneras de estimar tu edad biológica, aunque son menos precisas como las pruebas físicas que evalúan tu bastante, flexibilidad, equilibrio y capacidad pulmonar puede dar una idea aproximada de tu edad biológica. Y otros cuestionarios que evalúan factores como tu estilo de vida, hábitos de sueño y dieta. Pero queda mucho para aprender sobre los mecanismos del envejecimiento y cómo podemos influir en ellos.

Cómo mejorar la edad biológica

La buena noticia es que puedes hacer mucho para mejorar tu edad biológica y sentirte más joven y saludable. Comparando tu edad biológica con tu edad cronológica, puedes identificar si estás envejeciendo más rápido de lo esperado y tomar medidas para revertir esta tendencia. Aquí tienes algunos consejos prácticos:

• Cuida tu alimentación: Adopta una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Reduce el consumo de alimentos procesados, azúcares añadidos y grasas saturadas.
• Muévete: El ejercicio regular es fundamental para mantener tu cuerpo y mente en forma. Incluso una caminata diaria de 30 minutos puede marcar una gran diferencia.
• Descansa: El sueño es esencial para la regeneración celular. Asegúrate de dormir las horas suficientes cada noche.
• Reduce el estrés: El estrés crónico puede acelerar el envejecimiento. Practica técnicas de relajación como la meditación o el yoga.
• Protege tu piel: La exposición al sol acelera el envejecimiento de la piel. Utiliza protector solar y evita la exposición prolongada al sol.