Es importante saber leer bien las facturas de la luz que recibimos en casa, ya que, en muchas ocasiones, se pasan por alto errores por no saber entender todos los datos correctamente.
Para muchos consumidores, las facturas de la luz son un enigma, debido a la gran cantidad de cifras y letra que contiene. A continuación, os mostramos las principales cosas a tener en cuenta para leer una factura de la luz.
En la parte superior de la factura, están los datos que identifican la compañía: el logo del suministrador señala también si está en el libre mercado o en el regulado. A la derecha, se encuentra el periodo de consumo (mensual o bimensual) y, debajo, la referencia del contrato de suministro, que identifica la instalación con la que se cuenta.
Al lado izquierdo de la factura aparecen los datos del contrato. Se informa de la tarifa de peaje, que varía en función de la potencia contratada. También, en este apartado se encuentra la potencia, que oscila entre los 3.3 y los 4.5 kW, y se puede revisar el tipo de contrato realizado, el número de referencia del contador y su clase, la fecha de inicio del contrato y la de la factura, entre otros datos.
El detalle de la factura
Esta es la parte donde se concentran los impuestos a pagar, el precio del consumo realizado y otras informaciones. El primer lugar se encuentra la facturación realizada por la potencia contratada. Aquí se observan dos conceptos desglosados: el peaje y el margen de comercialización. Par comprender estos datos, la clave es que los kW contratados se multipliquen por el precio diario y los días facturados.
Después, la facturación por energía consumida. En este caso, se paga por lo consumido y la compañía cobra por cada kW/hora consumido. Debajo se encuentra el cobro por el impuesto sobre la electricidad.
Lo siguiente que aparece es el alquiler de los tipos de medición (los contadores). Este coste viene dado por la Administración y se calcula multiplicando el número de días de periodo de facturación por el precio/día de alquiler del contador. Y, por último, el IVA.
Además de lo ya mencionado, la factura de la luz cuenta con muchas más cosas que pueden resultar útiles para conocer el hábito de consumo eléctrico que tenemos. A través de varios gráficos se puede observar la evolución del consumoa lo largo del tiempo, el tipo de contador y su lectura.
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Algunos consejos para ahorrar luz
Hay pequeñas cosas que podemos hacer para ahorrar luz, dinero y, además, contribuir a la vida del planeta.
– Control óptimo de la temperatura: La temperatura ideal para un hogar oscila entre los 20 y los 23 grados durante el día y los 15 y 17 grados por la noche. Programa el tiempo para que la calefacción salte un poco antes de levantarte o llegar a casa.
– Aprovecha la luz del Sol: Intenta sacar el máximo rendimiento a esta fuente inagotable de luz. Una opción es situar las mesas y las zonas de estudio cerca de las ventanas para ganar luz natural.
– Elige electrodomésticos eficientes y haz un buen uso de ellos: Es clave usar electrodomésticos de clase A y hacer un uso óptimo de ellos para empezar a ahorrar luz en nuestros hogares.
– Apaga la luz al salir de una habitación: Es un bulo que cuesta más dinero encender y apagar las luces que dejarlas todas encendidas.
– Desenchufa los aparatos que no estés utilizando (aunque estén apagados): El falso apagado puede suponer hasta el 10% de lo que consumes en luz a lo largo del año.
– Pásate a la iluminación LED: Estas bombillas suponen hasta un 80% menos de consumo que las tradicionales.