El envejecimiento de la sociedad, que conlleva a una frágil sostenibilidad del sistema de pensiones, ha llevado a que cada vez más los gobiernos pongan en marcha medidas para incentivar la prolongación de la vida laboral de los trabajadores. El incremento de los incentivos para prolongar la vida laboral y retrasar la edad de jubilación se conoce por jubilación demorada.
En realidad, acceder a la jubilación es un derecho del trabajador, no una obligación, de tal manera que, una vez alcanzada la edad estipulada de jubilación, podríamos seguir trabajando. La jubilación demorada es una opción voluntaria para aquellos trabajadores que hayan cumplido la edad ordinaria de jubilación y quieran alargar su vida laboral. Así, aquellos que quieran retrasar la jubilación, podrán acceder a una serie de beneficios en su futura pensión.
La ley que entró en vigor en enero de 2022 de garantía del poder adquisitivo de las pensiones y de otras medidas de refuerzo del sistema ofrece mejores beneficios a las personas que quieran demorar su jubilación. Ahora se ha sumado una nueva fórmula a estos incentivos que combina las anteriores: un porcentaje de incremento de la pensión o una cantidad a tanto alzado.
Beneficios de la jubilación demorada
El último texto aprobado regula una fórmula mixta que permite combinar los dos tipos de beneficios ya vigentes para aquellos que decidan retrasar voluntariamente el acceso a la jubilación: un aumento porcentual de la pensión y la percepción de un pago único (“cheque”) en el momento de jubilarse.
De este modo, las personas que opten por esta fórmula y que retrasen su jubilación entre 2 y 10 años, recibirán simultáneamente un incremento de su pensión del 2% por cada año que demoren el acceso a la jubilación, y un pago único equivalente a la mitad del que le correspondería si optaran por la fórmula actual del pago único. Si se retrasa 11 años o más la jubilación, el incentivo será de un pago único aplicado a 5 años del periodo demorado y un incremento del 2% de la pensión por cada año de demora.
La reforma de los incentivos a la jubilación demorada ya está teniendo resultados positivos. En 2022, el primer año de aplicación de la nueva norma, el porcentaje de personas que optaron por esta posibilidad ascendió al 5,4% de las personas que se retiraron, y en el primer trimestre de 2023, este porcentaje ha subido al 7,8%. En lo que va de 2023, 1.148 nuevos pensionistas (el 17% de las pensiones que se han beneficiado de algún tipo de complemento por demora, frente al 12% en el mismo periodo de 2022) han optado por el pago único, cuya cuantía media es de 13.100 euros.
Requisitos para acceder
Para poder acceder a la jubilación demorada, los interesados han de cumplir con los siguientes requisitos:
-Haber cumplido con la edad mínima de jubilación obligatoria que, en la actualidad, está fijada en 66 años y 4 meses. En cambio, para los trabajadores que hayan cotizado 37 años y 9 meses o más, en 2023 pueden jubilarse con 65 años.
–Haber cotizado al menos 15 años en la Seguridad Social.
El único trámite previsto es que, cuando vayas a solicitar la jubilación, después de prolongar tu vida laboral, cumplimentes el apartado dedicado a la jubilación demorada en el formulario de solicitud de tu pensión.
Además, debemos tener en cuenta que este tipo de jubilación es incompatible con otras modalidades como la activa, la flexible o jubilarse anticipadamente.