La nutrición es uno de los factores más influyentes en el estado de salud del cabello y de la piel. De hecho, existen numerosas enfermedades de la piel que están estrechamente relacionadas con la alimentación y el estado nutricional.
Una dieta equilibrada, rica en vitaminas, minerales, antioxidantes y ácidos grasos esenciales, es fundamental para mantenerla sana, luminosa y protegida contra el envejecimiento prematuro.
El mayor órgano de nuestro cuerpo es la piel, por encima del intestino. Pesa unos 5 kilos y tiene una superficie de unos 2 metros cuadrados, por tanto, no es solo una capa externa o una cobertura sin más, sino todo un órgano, lleno de vida y en continua regeneración.
Nutrientes clave para una piel radiante
Entre las vitaminas esenciales para tener una piel sana, destaca la vitamina C, presente en las frutas cítricas y las verduras como el brócoli, un antioxidante poderoso que estimula la producción de colágeno (la proteína que aporta firmeza y elasticidad a la piel). La vitamina E, que se encuentra en alimentos como el aguacate y las almendras, nos protege contra los daños causados por los radicales libres y los rayos solares; y la vitamina A, presente en las zanahorias y las espinacas, que es esencial para la renovación celular y previene la sequedad. Por otro lado, el zinc, abundante en las carnes magras y las legumbres, contribuye a la cicatrización de heridas y regula la producción de sebo, previniendo el acné; y los ácidos grasos esenciales, como el omega-3 y el omega-6, presentes en los pescados grasos y los aceites vegetales, que fortalecen la barrera cutánea y mantienen la hidratación.
Alimentos que nutren tu piel
De entre todos los alimentos que pueden aportarnos estos nutrientes, destacan las frutas y verduras, en su amplia gama de colores, ya que son una fuente inagotable de vitaminas, minerales y antioxidantes que protegen la piel del daño ambiental y del estrés oxidativo. Los pescados grasos, como el salmón y el atún, aportan ácidos grasos omega-3 que reducen la inflamación y mejoran la hidratación; y los frutos secos y las semillas, además de ser una fuente de energía saludable, contienen vitamina E, zinc y ácidos grasos esenciales. También el aceite de oliva, rico en antioxidantes y grasas saludables, es un aliado esencial para mantener la piel joven y luminosa.
Alimentos que pueden dañar tu piel

En el lado contrario encontramos los alimentos procesados, ricos en grasas saturadas, azúcares y sal, que pueden inflamar la piel y desencadenar problemas como el acné y la rosácea. Mientras que un consumo excesivo de azúcar puede dañar el colágeno y la elastina, las proteínas que mantienen la piel firme y elástica; los lácteos pueden estar relacionados con brotes de acné debido a su contenido hormonal, en algunas personas.
Sin embargo, cada persona es diferente y puede tener necesidades específicas en cuanto a su alimentación y cuidado de la piel. Por lo tanto, se recomienda consultar con un profesional de la salud para obtener recomendaciones personalizadas. En el libro La salud de tu piel está en lo que comes: Descubre el poder de la nutrición para sentirte joven por dentro y por fuera, la especialista en dermofarmacia y nutrición Paula Martín Clares nos da toda la información sobre las necesidades nutricionales de cada tipo de piel y nos habla de los alimentos que contienen nutrientes clave para mejorar afecciones como el acné, la psoriasis, la dermatitis atópica, la celulitis o la caída de cabello.
Además de una dieta equilibrada, es fundamental mantener una hidratación adecuada bebiendo suficiente agua a lo largo del día; y proteger la piel del sol con protector solar y evitar la exposición prolongada en las horas centrales del día para prevenir el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel. Descansar lo suficiente, evitar el tabaco y controlar el estrés también contribuyen a una piel sana y radiante.


