Según la Ley de Tráfico, un peatón es la persona que, sin ser conductor, transita a pie por las vías públicas. También se consideran peatones los que empujan cualquier otro vehículo sin motor de pequeñas dimensiones o las personas con movilidad reducida que circulan al paso con una silla de ruedas con motor o sin él. Como peatones estamos obligados a respetar las normas de circulación y, si no es así, podemos ser sancionados.
De hecho, los peatones tienen una gran responsabilidad a la hora de contribuir a la seguridad vial, pues son los usuarios más vulnerables, especialmente cuando se trata de niños y personas mayores.
Las cifras estadísticas del Consejo Europeo de Seguridad en Transporte (ETSC) de 2020 indican que todavía 5.200 peatones mueren en las vías europeas. Preocupa la seguridad vial y, de manera especial, la de las personas mayores en vías urbanas. Según datos de la DGT, la franja de edad más complicada es la de mayores de 65 años. El 65% de los peatones fallecidos en 2020 en estas vías tenía 65 o más años (54% en 2010, ascendiendo al 70% en 2019).
Por ello, es necesario reforzar la idea de que el respeto de las normas que garantizan la movilidad segura es básico para avanzar hacia el modelo de ciudades pacificadas en el que todos los usuarios puedan convivir.
Las normas que debemos cumplir
Hay una serie de normas generales de circulación que todo peatón debe cumplir y que la DGT recuerda:
-Los peatones tienen que circular por los lugares reservados para ellos y no hacerlo por los prohibidos (por ejemplo, autopistas y autovías).
-En ciudad, a ser posible, han de utilizar el centro de las aceras, alejándose tanto del bordillo, para no ser atropellados por un vehículo, como de los edificios, por su hubiese entradas o salidas de garajes.
-Si una calle no tuviese acera o existiese algún obstáculo, se circulará lo más pegado posible a la pared y, a ser posible, de cara al tráfico.
-Se ha de prestar especial atención a los niños, quienes deben ir siempre de la mano de los adultos y jugar en espacios seguros y alejados de la calzada.
-Asimismo, los peatones no pueden llevar animales sueltos. De lo contrario, podrían crear situaciones de peligro para el resto de los usuarios de la vía pública.
-Los peatones solo están autorizados a invadir la calzada para cruzarla.
Sanciones
Las infracciones que, como peatón, pueden ser motivo de sanción económica son:
–Negarse a realizar una prueba de alcoholemia o drogas al verse implicado en un accidente o haber cometido una infracción. Puede caernos una multa de hasta 1.000 euros.
–Cruzar la calzada con el semáforo de peatones en rojo es una infracción grave por la que podemos ser multados con 200 euros.
–Cruzar la calle por un lugar donde no corresponde, sin asegurarnos que se puede realizar sin peligro alguno, significa 80 euros de penalización.
-En carreteras como las autovías o autopistas, no obedecer las señales de entrada prohibida a peatones se multa con 80 euros.
-Si nos bajamos de un coche en una zona no habilitada para ello en la carretera (al sufrir el coche una avería, por ejemplo), debemos colocarnos al otro lado del guardarraíl y ponernos el chaleco reflectante. Si no, nos caerán 200 euros de multa.
–Fuera de poblado, no circular por el lado izquierdo de la calzada o el arcén, cuando no exista una zona peatonal habilitada, o dentro de uno en una carretera que no tenga espacio habilitado para los peatones, se puede castigar con hasta 100 euros.
Cabe tener en cuenta que cuando actuamos como peatón las infracciones que cometemos no tienen relación alguna con nuestro permiso de conducir.