Comer sano no quiere decir que tengas que renunciar al postre. Los postres saludables se han convertido en tendencia en todas las redes sociales y en nuestro día a día. Y es que debemos evitar al máximo el consumo de azúcar refinado, que resulta perjudicial para nuestro organismo.
Seguir una alimentación sana es clave a cualquier edad, puesto que nos ayuda a prevenir determinadas enfermedades. Por ello, debemos tener en cuenta que, en cuanto a las elaboraciones dulces, por más saludables que intentemos hacerlas, deben comerse con moderación.
Pero sí hay algunos trucos que puedes aplicar. Por ejemplo, si pensamos en hacer galletas con trocitos de chocolate, podemos preguntarnos si esta receta se puede hacer más saludable: ¿podemos utilizar harina de trigo integral en lugar de blanca?, ¿o puré de manzana en lugar de mantequilla? Ahora te lo contamos.
Para tener en cuenta
Aparte del azúcar, existen varios ingredientes que podemos modificar en nuestras recetas. El uso de harina de trigo integral, la harina de espelta o la harina de almendra en lugar de la de trigo blanco procesado, aunque probablemente tenga un pequeño efecto en el sabor de los alimentos, puede suponer un gran beneficio para nuestra salud. La harina de trigo integral aumenta la ingesta de fibra, y la de harina de almendra añade proteínas a la cocción, una gran opción para aquellos que son sensibles o alérgicos al gluten.
En cuanto al chocolate, podemos optar por una variedad de chocolate negro para aumentar los antioxidantes, fibra, hierro y zinc, entre otros nutrientes. Busca chocolate negro con un 70 por ciento de cacao o más para obtener los máximos beneficios para la salud.
Para cualquier receta que requiera mantequilla, considera utilizar aceite de coco. Al igual que la mantequilla, el aceite de coco es sólido a temperatura ambiente, pero es más bajo en sodio. También contiene ácido láurico, una grasa saturada saludable que se ha estudiado que ayuda a reducir el colesterol y a perder peso.
En el momento de endulzar, utiliza edulcorantes naturales como la miel, el jarabe de arce o el jarabe de agave, que contienen vitaminas y minerales saludables en lugar de calorías vacías. Estos sustitutos del azúcar también son más fáciles de digerir, manteniendo el nivel de azúcar en la sangre más estable y evitando que experimente una caída de energía más adelante.
Sustituye la nata alta en grasas por leche desnatada evaporada, que tiene la misma consistencia, pero mucho menos grasa y calorías. Y también puedes cambiar los aceites ricos en grasas mediante el uso de compota de manzana sin azúcar. Al igual que el aceite, la compota de manzana añade humedad y sabor y funciona mejor en tartas, magdalenas y panes. Mediante el uso de compota de manzana, reduces la ingesta de grasas y calorías y aumentas el consumo de fibra y vitamina C. Basta con utilizar ¾ de taza de compota de manzana por cada taza de aceite para obtener una opción más ligera y nutritiva.
La forma más sencilla de hacer tus postres más saludables es incorporar fruta. Al añadir fruta, añades más nutrientes, y como la fruta tiene azúcar natural, también endulzarás de norma natural el plato. Por ejemplo, podemos añadir un surtido de frutas en el helado, intentando sustituir la mitad de la cantidad de helado por fruta cortada en dados.
Hay muchas recetas que pueden prepararse sin azúcar, sin lactosa o sin huevo. Además, las especias como la canela, la nuez moscada, el jengibre y el cardamomo son una excelente manera de añadir sabor. Y la opción de los frutos secos como las nueces, las almendras y las avellanas pueden añadir textura y sabor, al tiempo que son ricos en nutrientes y nos aportan grasas saludables. Todos estos ingredientes no solo aportan muy buen sabor, sino valores nutritivos.
