Una casa sana es básicamente aquella que ofrece un ambiente interior sano, que no perjudica nuestra salud y respeta el medio ambiente en la medida de lo posible. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala a la casa saludable como un elemento fundamental en la prevención de enfermedades. Especialmente, en un contexto como el actual, en el que se están produciendo importantes cambios demográficos, con una población más envejecida, concentrada en las grandes urbes y sometida a los efectos del cambio climático.
Una vivienda saludable es un refugio que propicia un estado de completo bienestar físico, mental y social. Su estructura física proporciona refugio de las inclemencias del tiempo y facilita temperaturas confortables, saneamiento e iluminación adecuados, suficiente espacio, protección contra los contaminantes o ante los riesgos de traumatismos. Los materiales y métodos de construcción, instalaciones, mobiliario y entorno residencial son otros factores que contribuirán – o perjudicarán – nuestra salud. Así, el hecho de que una vivienda sea saludable también depende de factores externos como la comunidad local y proporciona acceso a los servicios, espacios verdes y opciones de transporte.
Qué podemos hacer para que nuestro hogar sea saludable
-El confort térmico en los ambientes interiores es muy importante. Cada persona tiene una sensación de frío o calor distinta, pero puede establecerse un ideal entre 20 y 24 ºC (ampliable a 17 – 27 ºC). A su vez, elevados niveles de humedad relativa en el interior del hogar se relacionan con diversos problemas de salud. La humedad debería oscilar entre el 40% y el 60% y evitando las ráfagas o corrientes de aire.
-Una adecuada ventilación también contribuirá a reducir la humedad y los contaminantes del aire como compuestos orgánicos volátiles, monóxido de carbono, pesticidas, etc. En el aire se acumulan además partículas de polvo, hongos, bacterias y alérgenos que deberemos evitar a toda costa, ya que suponen un riesgo para las personas en cuanto a la salud de las vías respiratorias, pulmones y el aparato respiratorio en general. Los expertos recomiendan sistemas de ventilación mecánica que renueven el aire interior, sistemas de filtración y purificación o disponer de plantas depurativas para mejorar la calidad del aire.
-Para mantener la vivienda limpia, es importante que evitemos todos los productos que expulsen vapores nocivos. Algunos limpiadores domésticos como quita grasas, desincrustantes o desinfectantes no son inocuos: pueden contaminar el agua, ser perjudiciales para el medio ambiente, peligrosos si se inhalan, e irritantes por contacto. En concreto, los expertos dicen que hay que tener cuidado con los limpiadores alcalinos (como el amoniaco), ácidos (el salfumán), tensioactivos y desengrasantes o desinfectantes.
– En cuanto a la iluminación en el hogar, la incidencia solar es uno de los factores más valorados en una vivienda. La entrada de luz natural es fuente de salud. Se recomienda un nivel alto de iluminación en espacios donde se realicen tareas como cocinar, leer, y estudiar…, un nivel medio en zonas de convivencia y ocio, y moderado en estancias de descanso como los dormitorios. En cambio, por la noche es importante poder controlar la contaminación acústica y lumínica para que no perturbe nuestro descanso, especialmente en las ciudades. Las radiaciones de los aparatos eléctricos no nos ayudan a descansar, por lo que mantendremos el dormitorio libre de dispositivos electrónicos.
-Realizar labores de mantenimiento de nuestra vivienda, tanto de sus materiales y estructuras como de sus instalaciones es fundamental para evitar que se devalúe y mantenerla segura.
-La vivienda también debe contar con dispositivos de seguridad como cerraduras seguras, alarmas de humo, puertas en escaleras o protectores de ventanas que nos permitan sentir a salvo.
-La decoración puede influir en la creación de una casa saludable y armoniosa. Algunos expertos apuestan por los principios del Feng Shui para conseguir un mayor equilibrio vital en el hogar. Utilizar materiales sostenibles, como la madera y los tejidos naturales, y apostar por los colores claros siempre será conveniente.