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Manel Domínguez: “Estamos generando un terremoto social contra el edadismo”

Manel Domínguez, doctor en Comunicación Social, profesor emérito y director del Máster en Comunicación Digital y Nuevas Tecnologías en la Facultad de Periodismo de Abat Oliba CEU, es el autor de “Senior: la vida que no cesa”, con el que reclama una nueva visión para ese segmento social en el que no haya espacio para los estereotipos y si por una nueva longevidad que será protagonista y cocreadora del mundo que nos espera.

-¿Qué te hizo escribir el libro Senior: la vida que no cesa?

El libro nace de una investigación científica que inicié en 2013 en la Universidad Abad Oliba CEU donde era profesor y director de estudios del área de Comunicación, Investigación y Nuevas tecnologías. Durante los últimos 10 años, he llevado a cabo una investigación poliédrica sobre el envejecimiento, a partir de lo que estaba ocurriendo con el edadismo en Estados Unidos. El libro es la primera visión holística del envejecimiento. Era necesario plantear varias caras: el aspecto demográfico, la jubilación, el edadismo, la mujer, la sociedad del conocimiento… Quería que la sociedad española tuviera un criterio clave para empezar el debate. Hasta hace poco no se hablaba de edadismo. Aún hay personas que no saben lo que es. Pero por suerte ya es una palabra que sale en los telediarios. Como doctor en ciencias sociales y humanistas, mi obligación es comunicar, informar a la población sobre lo que sucede en los entornos. Poner el conocimiento al servicio de la sociedad con la vocación de ser útil. El libro es una nueva mirada y plantea la nueva revolución sénior.

-¿Qué acogida ha tenido en el libro entre el público?

Me ha sorprendido su buena acogida. Sobre todo, por parte de los medios de comunicación. Ya estamos en la segunda edición y tengo decenas y decenas de entrevistas con los medios. Es un éxito del contenido porque ha caído en un momento en el que el tema estaba latente, por ello el debate ha explotado. Así movemos el mundo, la sociedad, la política… tomando conciencia y entendiendo el problema permitirá, la transformación llegará más rápidamente.

– Has incidido mucho en el edadismo que encontramos en los medios de comunicación, la política, las empresas y la calle … ¿Qué cambios te gustaría ver?

La sociedad debe tener conciencia de que el edadismo es la primera gran pandemia desde hace casi 180 años. Si nos remontamos a la obra De Senectute, Cicerón ya decía que el envejecimiento es un proceso que tiene que ver con la persona y no con la edad. Bajo mi criterio, el edadismo nace con Henry Ford y el Taylorismo que generó la superproducción, porque es una exaltación de la juventud por su fuerza teórica y un desprecio hacia el talento de las personas sénior. Solo vale el músculo, no vale el cerebro. El gerontólogo Robert Batler, en 1968, ya puso el nombre de ‘aging’ al desprecio hacia las personas mayores.

Ahora estamos en la zona 0. Estamos generando un terremoto social contra el edadismo. La jubilación, por ejemplo, es un derecho y una obligación. Soy yo quien elijo si me jubilo o rechazo la opción. Obligarnos a jubilarnos es edadismo de Estado, sindical y empresarial. Tengo 72 años, soy doctor emérito de la universidad, y ninguna organización humana me va a jubilar. Solamente me jubilará una situación de enfermedad, porque así lo he decidido. Tengo la potestad de liderar el máster de innovación, lo que demuestra que la innovación no es territorio de los jóvenes, sino que es territorio de la humanidad.

-Hablas de un equilibrio intergeneracional que logra unir talentos jóvenes y seniors para crear una nueva sociedad. Pero en 2025 podría haber más de 12,8 millones de personas mayores en España. ¿Cómo podemos conseguir este equilibrio intergeneracional?

Tras encumbrar a la juventud durante años, hemos engendrado un nuevo proceso. Por ejemplo, la ciencia nos dice que el cerebro de un joven actúa más rápido que el mío, pero mi cerebro es más seguro y se equivoca menos. Por ello, creo que el futuro es una relación intergeneracional: la unión de los talentos, sin importar la edad, para la evolución de la humanidad.

La demografía nos está empujando a esta nueva realidad en todo el mundo. Los mayores de 65 años somos el doble que los niños de 5 años y en 20 años doblaremos a los jóvenes de entre 15 y 25 años. La sociedad debe entender este cambio. Posiblemente en 30 años no habrá suficientes jóvenes para atender la oferta laboral. De forma que estamos obligados a entendernos.

Los seniors seremos las grandes estrellas de la inteligencia artificial. No hay que tener miedo. Simplemente, nos enfrentamos a un mundo desconocido con nuevos procesos.

-El libro cuenta con múltiples entrevistas a profesionales seniors de la medicina, la psicología y el sector empresarial. ¿Qué has aprendido de estas charlas?

Los investigadores somos muy empíricos, pero el libro me ha acercado al ser humano. Ahora somos casi 10 millones de personas mayores de 65 años en España, y dentro de 20 años seremos 14 millones. Adoro ser el defensor de estos 10 millones. De pronto me siento útil para estas personas, algo que no estaba previsto.

-¿Qué es lo bueno de hacerse mayor?

Esta pregunta ya es edadismo, porque creemos, según nuestros clichés, que cumplir años es algo negativo. Pero yo tengo ahora el mejor cerebro que podría tener, nunca había tenido un cerebro tan rico de conocimiento. Lo tengo todo para una vida extraordinaria. Pensar que ya eres mayor para aprender es edadismo. Mi cerebro, que tiene gran plasticidad, me dice que puedo estudiar chino con 80 años.

Además, cuando te haces mayores tienes el tiempo necesario para la transformación (si te has jubilado) e iniciar nuevos proyectos.  En mi caso, puedo ser útil para la sociedad por comprender el edadismo que nos ha tenido anestesiados durante años.

-¿Cuáles son las perspectivas para los seniors?

La ciencia nos dice que las personas vamos alargando la vida 1,5 años cada 5 años. Nuestro recorrido llegará a los 300 años de vida. Este es el tope. Ya tenemos personas de 120 años, mientras que hace 200 años moríamos a los 35 años. Seguiremos creciendo, estamos en esa evolución. En este contexto, tengamos en cuenta 3 pilares clave para nuestra longevidad: la actividad física, muscular el cuerpo con gimnasia del movimiento; la actividad intelectual, dedicar tiempo a leer y pensar; y seguir una alimentación sana. Si consigues estas tres cosas, tu longevidad llegará hasta los 90 años, o más, sin demasiadas dificultades, si no hay una patología previa.

También es importante entender la cultura de las edades. El estereotipo nos dice que desde los 50 años hasta los 100 somos tercera edad. Por favor. Esto no es así. Las personas estamos en evolución constantemente. ¿Tiene algo que ver una persona de 60 años con una de 70 o de 80? ¿O un niño de 5 años con un chico de 15 años? No hablemos de edad.