Cuando viajamos por Europa es una buena idea llevar con nosotros la tarjeta sanitaria europea porque, con ella, nos aseguramos el derecho a recibir asistencia sanitaria.
Se trata de una tarjeta que da acceso a asistencia sanitaria pública en cualquiera de los 27 países de la UE, Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza o el Reino Unido, en las mismas condiciones y al mismo coste que las personas aseguradas en el país de que se trate, siempre y cuando dicha asistencia resulte necesaria desde el punto de vista médico.
La Tarjeta Sanitaria Europea es gratuita y en general tiene una validez de dos años. Pueden obtenerla los trabajadores en alta (o en situación asimilada), los pensionistas y los beneficiarios del titular de la asistencia sanitaria.
Pero debemos ser precavidos porque la tarjeta no asegura por sí misma recibir asistencia sanitaria gratuita. En algunos casos, tendremos que asumir una cantidad fija o un porcentaje de los gastos derivados de la asistencia sanitaria, en igualdad de condiciones con los asegurados del Estado al que nos desplazamos. El motivo es que los sistemas de asistencia sanitaria de cada país son diferentes, de tal forma que los servicios que en un país son gratuitos pueden no serlo en otros. Y estos importes no son reintegrables.
Además, no es una alternativa al seguro de viaje. No cubre la asistencia sanitaria privada ni costes tales como el vuelo de regreso a nuestro país o la pérdida o sustracción de pertenencias.
Pero sus amplias prestaciones incluyen, por ejemplo, las dispensadas en relación con enfermedades crónicas o ya existentes.
La Unión Europea ofrece en su web toda la información acerca de los servicios sanitarios de cada país.
Cómo solicitarla
El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) permite solicitar este documento y permite pedirlo mediante un representante que disponga de certificado digital o cl@ve a través del portal Tu Seguridad Social. Tan sólo deberemos seleccionar este método de acceso al portal, seleccionar el trámite oportuno y seguir las indicaciones que nos aparezcan.
El portal también permite la solicitud como interesado (en nombre propio) y como apoderado, si está registrado en el registro electrónico de apoderamientos.
Una vez dentro deberemos seleccionar ‘Solicitar Tarjeta’ en el apartado Tarjeta Sanitaria Europea. Esta vía nos permite seleccionar el domicilio al que queremos que se nos remita y solicitar este documento para los beneficiarios de asistencia sanitaria que tengamos asociados.
Para solicitar la tarjeta por vía SMS, nuestro teléfono móvil deberá constar en la base de datos de la Seguridad Social, lo que nos permitirá identificarnos mediante una contraseña de un solo uso que nos será remitida por SMS. Esta vía de acceso al servicio pretende facilitar la obtención de la tarjeta ya que permite seleccionar el domicilio al que queremos que se nos remita.
También podremos solicitar o renovar la Tarjeta Sanitaria Europea y comprobar el estado de su solicitud a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social, rellenando los datos que nos solicitan, aunque no podremos seleccionar el domicilio al que deseamos que se envíe y se remitirá al que figure en la base de datos de la Seguridad Social.
Sea cual sea el método elegido, el plazo previsto para su envío es de unos 5 días.
La Tarjeta Sanitaria Europea es válida hasta la fecha de caducidad indicada en la misma. Es importante que antes de realizar un desplazamiento a cualquier país del Espacio Económico Europeo o a Suiza, comprobemos que el periodo de validez comprende la fecha de regreso prevista. Si no es así, es conveniente solicitar una nueva tarjeta para asegurar la cobertura sanitaria durante nuestra estancia.