La media mensual del euríbor en octubre de 2022 se situó en el 2,629%. Ha subido 3,106 puntos respecto al valor de hace un año (octubre de 2021), cuando estaba en el -0,477%. Esto supone una subida en la cuota mensual de unos 178 euros (2136 euros al año) para una hipoteca media de 120.000 euros a 20 años, y con un diferencial de euríbor +1.
Debemos tener en cuenta que en febrero de 2016 el euríbor, por primera vez en la historia, se situó en negativo. Desde ese día, y durante más de 6 años, este índice de referencia ha permanecido en tasas negativas, alcanzando su mínimo histórico de -0,504% en enero de 2021. Pero en enero de 2022 el euríbor inició un ascenso imparable. El resultado es, entre otros efectos, el encarecimiento de las hipotecas variables.
Ante esta situación, son muchas las personas con una hipoteca variable que se preguntan si vale la pena pasarse a una hipoteca fija, que tiene el mismo tipo de interés durante todo el plazo de devolución.
Aunque el Banco Central Europeo prevé seguir subiendo tipos si la inflación sigue descontrolada, debemos tener en cuenta que, paralelamente, la mayoría de las entidades están subiendo los intereses fijos. En general, las hipotecas fijas ya superan el 2,5% TAE.
Son las personas con hipotecas variables con un diferencial que oscila entre el 1,50% y el 2% las que, si se pasan a un interés fijo, ahorrarán algo de dinero al mes. Para las hipotecas variables con un diferencial del 0,5% o 1%, este cambio no resulta tan ventajoso.
Además, aunque por el momento el euríbor seguirá subiendo, también puede volver a bajar, por lo que es recomendable efectuar el cambio si se tiene poca tolerancia al riesgo o si se cree que no se podrán asumir las cuotas en caso de que el tipo de interés se dispare.
Hay que tener en cuenta que una hipoteca es una operación a muy largo plazo, con vencimientos a 20 años o más, por lo que, a pesar de las subidas del euríbor, hay que ser prudente y no precipitarse: no es aconsejable tomar decisiones a corto plazo en función de una situación extraordinaria como la guerra de Ucrania.
Es difícil saber hasta cuánto pueden subir los tipos de interés y durante cuánto tiempo. Según los expertos, es posible que estemos ya cerca del final de la subida y que el índice se estabilice en torno al 2,5%, aunque todo depende de la evolución de la inflación. El grueso de las revisiones hipotecarias con euríbor alto se va a producir hasta el verano del año que viene, según el Banco de España.
Además, teniendo en cuenta las actuales ofertas de préstamos a tipo fijo, no parece que los bancos prevean subidas importantes de los tipos de interés a medio y largo plazo.
Cómo pasarse a una hipoteca de tipo fijo
Con todo, si queremos hacer el cambio, existen facilidades para cambiar las hipotecas variables a fijas desde 2019. Hay varias fórmulas posibles. La primera se llama novación y consiste en pactar esa modificación con el banco con el que se firmó el crédito. La segunda es la subrogación del acreedor, donde se traspasa el préstamo a otra entidad dispuesta a convertir el interés variable en fijo. Y la tercera consiste en contratar una hipoteca fija nueva para cancelar el préstamo a tipo variable que ya está vigente.
En estos casos, hay que pagar la tasación de la vivienda (unos 300 euros) y una comisión máxima del 0,15% sobre el importe pendiente (0% si la hipoteca tiene más de tres años de vigencia). Si se contrata un nuevo préstamo, en cambio, debe abonarse la tasación, los gastos por cancelar registralmente el crédito actual (unos 1.000 euros) y su comisión por amortización anticipada, que puede tener un coste de hasta el 2% sobre el importe pendiente.