Algunos estudios y encuestas realizadas muestran que el 56% de las personas se sienten cansadas y faltas de energía y concentración cuando llega la primavera, en parte por la adaptación del metabolismo a los cambios de luz y temperatura. Aunque detrás de la fatiga y el cansancio puede haber muchos motivos, lo cierto es que la dieta influye directamente en nuestra vitalidad. Proporcionar regularmente al cuerpo menos calorías de las que necesita puede crear desequilibrios hormonales y ralentizar el metabolismo, causando la sensación de agotamiento.  Si te sientes cansado puedes combatirlo de forma natural incorporando algunos ingredientes y prescindiendo de otros, que no favorecen en nada a nuestra salud (el 32% de las calorías que tomamos los españoles provienen de productos ultraprocesados). Los alimentos procesados, como algunos alimentos envasados ​​o enlatados, los dulces y las carnes precocinadas, suelen estar llenos de conservantes, aditivos, sodio, grasas trans e ingredientes artificiales. Igualmente, los carbohidratos refinados como los azúcares y la harina blanca agregan pocos nutrientes a la dieta.

La mejor manera de obtener la mayor cantidad de energía de la comida es asegurarnos de que estamos dando los mejores ingredientes posibles al organismo. Además de lo que comemos, cuándo y cómo la hacemos también puede afectar a los niveles de energía.

La forma más fácil de evitar las digestiones pesadas es comer varias porciones más pequeñas durante el día. Beber agua también es fundamental para el funcionamiento óptimo del organismo. Aunque el agua no proporciona energía en forma de calorías, ayuda a facilitar los procesos energéticos en el cuerpo, lo que es un impulso de energía en sí mismo. Bebe agua a lo largo del día y trata de eliminar las gaseosas, el café y otras bebidas. Este simple cambio puede marcar una gran diferencia y te sentirás mejor antes de que te des cuenta.

Alimentos recomendados

-Las proteínas magras: Las carnes rojas agregan grasas saturadas a la dieta. En cambio, las carnes más magras, como el pollo, el pavo y el pescado, nos brindan proteínas de calidad con menos grasas saturadas. Si además, escoges pescados ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón y el atún, agregas grasas beneficiosas y saludables para tu corazón.

-Los frutos secos: Las nueces y las semillas son algunos de los mejores alimentos para vencer la fatiga y combatir el hambre. Prueba con almendras, nueces de Brasil, anacardos, avellanas, nueces pecanas, semillas de girasol y semillas de calabaza. Se recomienda comerlas en sus versiones crudas y sin sal. Son la merienda perfecta para media tarde.

-Los plátanos: Resulta que los plátanos están repletos de potasio, fibra, vitaminas y la cantidad perfecta de carbohidratos, lo que te brindan un gran impulso de energía natural.

–Los huevos: Las vitaminas del grupo B sirven, fundamentalmente, para producir energía a partir de los alimentos. Los huevos son un producto muy rico en estos nutrientes. Además, contienen vitaminas A y E, niacina, hierro, zinc, selenio, ácido pantoténico, biotina, colina y fósforo.

-La avena: Un tazón grande de avena contiene una gran cantidad de fibra saciante e incluso un poco de proteína. Además, es buena para las personas que experimentan subidas y bajadas de azúcar en la sangre. Según un estudio publicado en la revista científica Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics, la avena puede disminuir los índices de colesterol sanguíneo, así como controlar la glucosa y la respuesta insulínica. Lo mejor es elegir las versiones sencillas de paquetes instantáneos de avena que no estén llenos de azúcar adicional. Esto te permite controlar lo que añades, como leche, un poco de miel y algunas bayas mixtas.

–Las semillas de chía: Aunque no aportan cantidades significativas de carbohidratos, su principal fuente de energía son los ácidos grasos. Algunos estudios defienden que pueden ser una alternativa a las bebidas energéticas para el rendimiento deportivo. Además, no contienen gluten y tienen la capacidad de mantener hidratado el cuerpo, ya que absorben 10 veces su propio peso en agua.