Todos hemos oído hablar alguna vez del metabolismo basal, especialmente en referencia al gasto energético y a la acumulación de energía en forma de grasa si el metabolismo está ralentizado. La finalidad principal del metabolismo de las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas es producir energía para mantener las funciones del organismo. Al gasto de energía necesario para mantener estas funciones vitales lo denominamos metabolismo basal y representa entre el 50-70% del gasto energético total de nuestro cuerpo.
El gasto energético diario total refleja las necesidades energéticas diarias y es una variable crítica en la salud y fisiología humana, pero su trayectoria a lo largo del curso de la vida está poco estudiada.
Son muchas las personas que piensan que el metabolismo se ralentiza con la edad, lo que contribuiría a una disminución del gasto energético y aumento del peso corporal a medida que vamos sumando años. Pero según el estudio Daily energy expenditure through the human life course, publicado en la revista Science, el metabolismo de hombres y mujeres en realidad no disminuye significativamente hasta que se llega a los 60 años. Para ello, los investigadores analizaron los gastos de energía diarios totales promedio, que incluyen las calorías que quemamos haciendo todo, desde respirar y digerir alimentos hasta pensar y mover nuestros cuerpos. Gracias a una base de datos diversa del gasto total medido para hombres y mujeres desde 8 días a 95 años, los investigadores observaron que el gasto total aumentó con la masa magra en forma de ley de potencia, con cuatro etapas de vida distintas. El gasto se acelera rápidamente en los recién nacidos hasta un 50% por encima de los valores de los adultos; declina lentamente a los 20 años; permanece estable en la edad adulta (de los 20 a los 60 años), incluso durante el embarazo; y luego disminuye.
De modo que la idea de que la combustión de calorías llega a su nivel máximo a los veintitantos años o disminuye con la menopausia no es cierta. En cambio, los datos demuestran que el metabolismo comienza a disminuir su actividad a los 60 años, mucho después de lo que se creía.
Cómo controlar el peso
Estos cambios arrojan luz sobre el desarrollo humano y el envejecimiento y deberían ayudar a dar forma a las estrategias de nutrición y salud a lo largo de la vida. Porque, si asumimos que la mayor parte del aumento o la pérdida de peso está bajo nuestro control, puede cambiar la forma de abordar nuestro cuidado.
Para mantener el peso corporal en las diferentes etapas, deberemos seguir una dieta saludable y mantenernos activos en todas las edades, y no solo para controlar el peso. Esos son dos factores principales para la salud en general.
Según nos hacemos mayores, deberemos reducir la ingesta calórica e incrementar, en la medida de lo posible, la actividad física para mantener ese balance energético lo más equilibrado posible. La parte positiva es que se puede bajar de peso con la edad, solo que requiere más esfuerzo que cuando somos jóvenes. Para ello, deberemos centrarnos en la alimentación y el ejercicio físico. Teniendo en cuenta que no solo hay que realizar ejercicio cardiovascular (caminar, aerobic…), sino que también tenemos que hacer ejercicios de fuerza para mantener el tejido muscular (las necesidades energéticas del tejido muscular son mayores que las del tejido graso).
Además, los investigadores insisten en que para analizar por qué algunas personas ganan peso con la edad, necesitamos saber las razones por las que una persona puede aumentar de peso, además de la supuesta desaceleración de su metabolismo. Esto podría incluir los niveles de estrés o cuánto duermen (o no), junto a todos los factores que conducen al aumento de peso. El comportamiento, el entorno, la genética, los medicamentos o los patrones de sueño pueden tener un efecto en hacer que las personas tengan sobrepeso, aparte de su metabolismo.