artrosis-cerrada

8 consejos para combatir la artrosis

La artrosis es la enfermedad articular más frecuente en España que, aun no teniendo cura, sus efectos pueden paliarse realizando una serie de acciones.

La artrosis es una enfermedad reumática de la que siempre hemos oído hablar. Sólo en Cataluña, hay más de un millón de personas que la padecen, 7 millones en España y 500 millones a nivel global. Según la Liga Reumatológica Catalana, se trata de una enfermedad inflamatoria crónica y degenerativa de las articulaciones. Aunque normalmente está localizada en las rodillas, en la cadera, en las manos o en la columna vertebral, afecta especialmente aquellas partes del cuerpo que tienen que aguantar peso.

Actualmente, es la enfermedad reumática más frecuente y afecta sobre todo a las mujeres. Se estima que hasta el 80% de las personas de más de 75 años presenta alteraciones en las radiografías causadas por la artrosis, aunque no siempre produce molestias ni síntomas.

La artrosis afecta a las articulaciones y al cartílago. Las articulaciones son las estructuras de nuestro cuerpo que permiten la conexión entre dos huesos. En cambio, el cartílago es el tejido semiblando que recubre los extremos de estos huesos y se encarga de amortiguar los impactos que recaen en ellos y facilitar el movimiento de la articulación.

Según el Canal Salut, la artrosis provoca que el cartílago se rompa y se desgaste, lo que hace que los huesos se rocen entre ellos. Como consecuencia, el paciente tiene dolor, inflamación, rigidez y dificultades para hacer algunos movimientos tan cotidianos como caminar o subir escaleras cuando afecta a las articulaciones de las piernas o utilizar tijeras o abrir tarros cuando afecta las manos y/o los dedos.

A día de hoy hay algunas investigaciones que apuntan que será posible frenar los efectos de la artrosis para evitar que los cartílagos sigan deteriorándose. Un grupo de científicos españoles han descubierto que una combinación de dos medicamentos experimentales (aKLOTHO y TGFBR2) revierte los signos celulares y moleculares de la artrosis en ratas y en cultivos de células humanas, así como en células aisladas de cartílago humano. Los resultados del estudio se publicaron en la revista ‘Protein & Cell’ y ha sido dirigido por el investigador Juan Carlos Izpisúa, del Instituto Salk de California en EEUU y el profesor Pedro Guillén, investigador de la Clínica Cemtro. Tras este resultado, el equipo está planteando desarrollar una segunda fase de la investigación para avanzar con el tratamiento.

De momento, sólo hay algunos tratamientos farmacológicos para aliviar el dolor y acciones aplicables al día a día que ayudan a combatir la artrosis.

Estos 8 consejos ayudan a mejorar el estado de la persona que padece la enfermedad:

    1. Hacer ejercicio, pero no cualquiera: el ejercicio más beneficioso es el moderado, de 10 a 20 minutos al día, como caminar por terreno llano, montar en bicicleta y practicar natación. Asimismo, es importante combinar estos ejercicios con otros que fortalezcan el músculo, aumenten la flexibilidad y mejoren el equilibrio.
    2. Mantener el peso correcto y tener una dieta equilibrada: el sobrepeso es una de las causas de la artrosis y sobre todo afecta la artrosis de rodilla. Por ello, es muy importante tener una dieta variada y equilibrada, que contenga leche y sus derivantes.
    3. Reposar es necesario: hay que hacer ejercicio, pero no se puede olvidar reposar. En las fases que tengamos más dolor, es conveniente descansar durante 2 o 3 días.
    4. Aplicar calor o frío: ayudan a aliviar el dolor, por eso es recomendable que se utilicen bolsas de agua caliente o helada para relajar la musculatura, eso sí, no más de 20-30 minutos al día. Habitualmente, las mañanas es cuando hay mayor rigidez y dolor. En estos casos es conveniente la ducha de agua caliente, con chorro fuerte para dar calor a las articulaciones y masaje local.
    5. La importancia de la buena postura: tener los hábitos de postura adecuados ayudará a disminuir los efectos de la artrosis. Sentarse correctamente en sillas de respaldo recto o dormir en cama plana y dura son algunos de los consejos que ayudan a mejorar la postura. También es importante no estar mucho tiempo de pie quieto o sentado en el sofá.
    6. No automedicarse: debe ser el médico quien diga los medicamentos a tomar, ya que hay de muchos tipos y sólo un profesional puede recetar los adecuados.
    7. Calzado adecuado: los zapatos sin cordones son una buena solución para evitar agacharse. Es recomendable utilizar un calzado de suela gruesa que absorba la fuerza del impacto del pie contra el suelo al caminar.
    8. Evitar sobrecargas: no es recomendable coger pesos excesivos o caminar cargando objetos. También hay que evitar caminar por un suelo irregular.