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An Open Cosmetic Bottle Of Serum Or Oil And A Pipette On A Beige Natural Background. Facial Skin Car

Todo lo que la cosmética ecológica y la cosmética natural pueden hacer por tu piel

La cosmética natural es aquella que utiliza ingredientes naturales sometidos a procesos sencillos de transformación química, sin aditivos o en cantidades muy pequeñas, y en ningún caso perjudiciales ni para el medio ambiente ni para la salud humana.

La principal diferencia entre la cosmética natural y la ecológica es que en la natural no es necesario que los ingredientes provengan de agricultura biológica, mientras que los certificadores ecológicos exigen que, si un ingrediente existe en el mercado ecológico, debe ser utilizado. En cualquier caso, una garantía de que un cosmético es realmente natural o ecológico es su certificación.

Una práctica milenaria que es tendencia

Según la consultora Grand View Research, el mercado del cuidado personal orgánico crecerá entre el 8 y el 10% cada año. Y los motivos son una mayor concienciación por el medio ambiente por parte de los consumidores (ya que la cosmética natural respeta la Tierra y a los seres humanos en cada etapa de su proceso de fabricación) y los beneficios que este tipo de productos pueden aportar para nuestro bienestar.

Es una tendencia que no debe extrañarnos, dado que la humanidad lleva utilizando ese tipo de productos naturales en cabello, cara, cuerpo o manos desde siempre. Los aceites vegetales y esenciales, las aguas florales, y las ceras, mantecas, arcillas o sales forman parte de nuestras rutinas de cuidado y belleza desde hace miles de años. Algunos hallazgos arqueológicos certifican que los primeros egipcios utilizaban hierbas aromáticas, resinas, bálsamos o polvos para cuidarse y embellecerse.

Los beneficios

La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y por eso es esencial cuidarla con los productos más adecuados y respetuosos, y la cosmética natural intenta eliminar de su composición ingredientes que pueden ser reactivos en la piel con fórmulas hipoalergénicas y respetuosas.

Aunque debemos ser conscientes de que cualquier cosmético registrado y comercializado dentro de la Unión Europea sigue las disposiciones del Real Decreto 85/2018, los cosméticos naturales incluyen ingredientes que tienen menos probabilidades de causar alergias o reacciones adversas en la piel.

Una de cada tres personas dice tener la piel sensible y presenta problemas cuando se abusa de diferentes cosméticos, según indica la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Una causa relativamente frecuente de intolerancia es la alergia a alguno de los componentes. Entre ellos destacan los conservantes y las fragancias.

Los productos más afines a la piel son los formulados con componentes naturales, que estimulan su función regeneradora y no llevan colorantes, conservantes ni fragancias de síntesis, parafinas u otros productos derivados del petróleo.

Pero los ingredientes naturales no solo son respetuosos con la piel, sino también ricos en principios activos. En realidad, pueden ser tan eficaces como la cosmética convencional, ya que los nuevos procesos basados en biotecnología no contaminan ni el medio ambiente ni el ingrediente en sí y permiten extraer sus propiedades cada vez con mayor precisión. Todos somos conscientes de los beneficios que pueden aportar los aceites esenciales, la vitamina C, los ácidos grasos o los antioxidantes. Con su uso continuado, refuerzan la barrera cutánea y ayudan a mantener la piel más sana por más tiempo.

Si elegimos ingredientes que funcionan en armonía con nuestro cuerpo, permitimos que la piel se equilibre y recupere. Los aceites vegetales naturales se absorben fácilmente en la piel y se convierten en parte de la barrera protectora, mientras los aceites minerales solo se asientan en la superficie de la piel. De hecho, muchos aceites esenciales naturales de plantas como la lavanda, la rosa o la menta se utilizan en aromaterapia, ya que ayudan a activar, relajar y calmar nuestro cuerpo.

Sin embargo, debemos tener presente que la cosmética natural se compone mayoritariamente de vegetales, y entre ellos se encuentran numerosos alérgenos a los que mucha gente es más o menos alérgica, como el gluten, las frutas, las flores… Por ello, si empleamos un producto que no nos va bien, debemos consultar la lista de ingredientes y ver si alguno de ellos puede ser el causante de nuestro problema. Todos los cosméticos tienen potencial de irritar la piel, aunque, como norma, los más sencillos químicamente son mejor tolerados, según la AEDV.