En el clima mediterráneo, a medida que las temperaturas se elevan, es crucial adoptar medidas prácticas para mantener nuestros hogares frescos y eficientes. El verano, que nos invita a refugiarnos en la frescura de nuestros espacios interiores, puede traducirse en un consumo energético excesivo, haciendo que una climatización inteligente sea esencial para evitar facturas de luz desorbitadas. Según indica Naturgy, la eficiencia energética en el hogar ofrece múltiples beneficios, incluyendo un ahorro de hasta un 40% en la factura y una contribución significativa a la preservación del planeta.
Pero para entender y reducir tu consumo, es esencial identificar las principales fuentes de gasto. En la mayoría de los hogares, la calefacción, el aire acondicionado y el agua caliente son los tres mayores consumidores de energía, representando alrededor del 70% del consumo medio anual. Además, los electrodomésticos son responsables de una parte considerable del gasto eléctrico en el hogar, pudiendo llegar a un 26%.
Optimización del frigorífico
Comenzando por el frigorífico, para optimizar su rendimiento se recomienda limpiar la parte trasera al menos una vez al año, ya que el polvo acumulado puede reducir la eficiencia del motor y aumentar el consumo. Además, en el día a día debemos evitar abrir la puerta innecesariamente, ya que cada apertura incrementa el consumo y obliga al motor a trabajar más para recuperar la temperatura; así como ajustar la temperatura entre 4°C y 6°C en el refrigerador, y entre -18°C y -15°C en el congelador, para mantener los alimentos en óptimas condiciones sin consumir energía extra. También debemos organizar los alimentos de manera que el aire circule libremente, y asegurarnos de que el aparato esté alejado de fuentes de calor y bien ventilado, con al menos 10 cm de distancia de la pared trasera.
Eficiencia Energética en la lavadora y la climatización
Otro electrodoméstico que eleva la factura de la luz es la lavadora, cuyo mayor consumo energético se centra en el calentamiento del agua, representando entre el 80% y el 85% del total. Por ello, utilizar programas fríos, cortos y “eco” puede suponer un ahorro significativo. Es importante no sobrecargar el tambor ni utilizar la lavadora a media carga, a menos que disponga de programas específicos para ello. Y siempre que sea posible, centrifuga y seca la ropa al sol en lugar de utilizar programas de secado.
En cuanto a la climatización, recuerda que 27°C suelen ser suficientes para mantener un ambiente fresco y confortable. Los ventiladores de techo son excelentes aliados, ya que consumen menos energía que el aire acondicionado y pueden complementar su uso. El movimiento de aire produce una sensación de descenso de la temperatura entre 3 y 5°C y su consumo de electricidad es muy bajo. Pero si optas por el aire acondicionado, evita bajar la temperatura en exceso al encenderlo, ya que esto solo aumentará el consumo sin enfriar más rápido. Mantén puertas y ventanas cerradas durante su uso, y aprovecha las horas más frescas para renovar el aire, siendo 10 minutos generalmente suficientes. Limpiar los filtros del aparato regularmente también garantiza un funcionamiento óptimo y un aire más saludable, ya que los filtros sucios obligan al aparato a trabajar más y consumen más energía.
Un mayor ahorro
Más allá de los electrodomésticos, recuerda que los toldos, cortinas y persianas son los mejores aliados para combatir el calor excesivo en casa. Otras recomendaciones que suponen un ahorro significativo son la sustitución de las bombillas incandescentes y halógenas por tecnología LED, ya que emplea una potencia diez veces menor que las incandescentes y tienen una vida útil diez veces mayor, ahorrando más de un 80% de la energía; y la desconexión los aparatos electrónicos cuando no los uses, ya que el modo “standby” también consume energía.
En cuanto al agua, el consumo mediano de agua en Cataluña es de unos 117 litros por habitante y día, según indica la Agencia Catalana del Agua (la OMS establece que el límite mínimo necesario es de 100 litros/ habitando/ día). Reducir el tiempo que pasamos en la ducha, cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes o reutilizar el agua sobrante de la ducha son formas de aplicar un consumo consciente y mantener estos baremos bajo control.