La ciberseguridad consiste en defender los ordenadores, los servidores, los sistemas electrónicos, las redes y los datos de ataques maliciosos. El término se aplica en diferentes contextos, que van desde los negocios hasta la informática móvil, y es importante saber reaccionar cuando recibas alguna ciberamenaza.

Las ciberamenazas mundiales siguen desarrollándose a un ritmo rápido, con una cantidad cada vez mayor de filtraciones de datos cada año. Los servicios médicos, los minoristas y las entidades públicas son los que han sufrido más filtraciones. Algunos de estos sectores son más atractivos para los cibercriminales, ya que recopilan datos financieros y médicos.