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El talento senior como reto en las organizaciones

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El envejecimiento de la población está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores de la sociedad, entre ellos, el mercado laboral y financiero. Hoy, el talento senior apunta a convertirse en la fuerza laboral predominante de nuestro mercado y su gestión debe convertirse en uno de los vectores de competitividad y crecimiento.

En este contexto el intercambio de valores y competencias entre generaciones posibilita el crecimiento y enriquecimiento de todos los profesionales, a la vez que las empresas se benefician de las distintas visiones y aportaciones de cada grupo de edad. En un entorno laboral en el que conviven hasta 4 generaciones: baby boomers (nacidos entre 1955 y 1965), generación X (nacidos entre 1966 y 1980), millennials (nacidos entre 1981 y 1994) y la generación Z (nacidos desde 1995); es importante aprovechar el potencial de cada una, y ello es posible con estrategias de diversidad, equidad e inclusión dirigidas a gestionar e integrar las diferencias individuales.

Crear equipos heterogéneos y conseguir la unidad en torno a objetivos comunes es clave para gestionar con éxito las diferentes generaciones. Esto implica crear equipos empoderados, donde el líder posee una visión global, impulsa las carreras profesionales de todos los miembros, gestiona las necesidades formativas que puedan existir, y facilita la conciliación de cada persona.

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El envejecimiento de la población está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores de la sociedad, entre ellos, el mercado laboral y financiero. Hoy, el talento senior apunta a convertirse en la fuerza laboral predominante de nuestro mercado y su gestión debe convertirse en uno de los vectores de competitividad y crecimiento.

En este contexto el intercambio de valores y competencias entre generaciones posibilita el crecimiento y enriquecimiento de todos los profesionales, a la vez que las empresas se benefician de las distintas visiones y aportaciones de cada grupo de edad. En un entorno laboral en el que conviven hasta 4 generaciones: baby boomers (nacidos entre 1955 y 1965), generación X (nacidos entre 1966 y 1980), millennials (nacidos entre 1981 y 1994) y la generación Z (nacidos desde 1995); es importante aprovechar el potencial de cada una, y ello es posible con estrategias de diversidad, equidad e inclusión dirigidas a gestionar e integrar las diferencias individuales.

Crear equipos heterogéneos y conseguir la unidad en torno a objetivos comunes es clave para gestionar con éxito las diferentes generaciones. Esto implica crear equipos empoderados, donde el líder posee una visión global, impulsa las carreras profesionales de todos los miembros, gestiona las necesidades formativas que puedan existir, y facilita la conciliación de cada persona.