Una de las grandes inquietudes de la población española es el futuro de las pensiones, ya que, en la actualidad, la esperanza de vida se sitúa en torno a los 83,3 años, lo que supone que pasamos de media 18,7 años jubilados y se cobran más años de pensión, además que cada vez hay más pensionistas por cada trabajador que cotiza.

Aumento de la longevidad

El número promedio de años de vida esperados después de la salida del mercado laboral en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha aumentado con el tiempo, tal y como indica en su informe Pensions at a Glance. En 1970, las mujeres y los hombres de los países de la OCDE pasaron una media de 14,5 y 10,5 años de su vida después de la salida del mercado laboral, respectivamente, mientras que, en 2018, esta cifra había aumentado a 22,5 años para las mujeres y 17,8 años para los hombres. Este aumento del periodo de jubilación se debe tanto a una caída en la edad efectiva de salida de la fuerza laboral como a una mayor longevidad.

Lo que hasta ahora ha sido principalmente un problema en los países desarrollados también se está convirtiendo en una preocupación para el mundo en desarrollo. Los gobiernos de todo el mundo tendrán que abordar cuestiones asociadas con el envejecimiento de las sociedades: cómo garantizar la seguridad financiera para un número creciente de jubilados y cómo establecer un sistema de pensiones sostenible para las generaciones futuras.

La dificultad está en diseñar los sistemas de pensiones de manera que se adapten a las necesidades de un grupo de trabajadores cada vez más heterogéneo, aunque muchos sistemas de pensiones son demasiado rígidos para responder a las necesidades de una sociedad cambiante y tendrán que volverse más flexibles para cubrir una amplia gama de casos diferentes.

Aumentar la edad de jubilación

Las nuevas políticas han intentado garantizar la sostenibilidad de las pensiones en las últimas décadas aumentando la edad de jubilación. Además, son diversas las investigaciones que muestran que mantener a las personas mayores activas y productivas en realidad beneficia a todos los grupos de edad y estimula la creación de más puestos de trabajo.

En España, para determinar la pensión, la reforma iniciada en 2011 amplió el período de cómputo de las bases de cotización de 15 a 25 años, un cambio que se ha estado aplicando de forma gradual hasta este año 2022, en que ha quedado fijado ese máximo de 25 años. Otro dato significativo es que, a partir del año 2027, para poder jubilarse a los 65 años y tener derecho al 100% de la base reguladora serán necesarios 38 años y 6 meses de cotización. Si no se acredita esa “carrera de cotización completa” a los 65 años, a partir de 2027 la edad ordinaria de jubilación será a los 67 años, y serán necesarios al menos 37 años cotizados para recibir el 100% de la base reguladora.

Planificar la jubilación

A los 60 años, podemos hacernos una idea bastante clara del monto de nuestra futura pensión de jubilación. La Seguridad Social explica en su página web toda la legislación y las opciones de retiro de forma actualizada, de forma que podemos evaluar nuestras futuras necesidades y qué soluciones podemos implementar.

Desde convertirnos en propietarios a invertir en productos de ahorro, seguros de vida o diversificar los activos son diversas las opciones que podemos explorar antes de llegar a la jubilación para compensar nuestra pensión. Por ello, es recomendable planificar los próximos años y prepararse administrativa y financieramente para este momento.