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El aumento de esperanza de vida de la población se ha traducido en un incremento de los conductores de mayor edad en las carreteras. Y aunque seguir conduciendo no depende de la edad, sino del estado de las capacidades y aptitudes que tenga cada conductor, a partir de los 65 años es necesario aumentar la frecuencia de las revisiones médicas y de aptitud para que seguir conduciendo sea seguro para todos.

Aunque una vez que uno obtiene el permiso B (el necesario para conducir turismos) la renovación está planteada para que ocurra cada diez años; a partir de los 65 años, dicho periodo se reduce hasta los cinco años, y puede estrecharse más bajo prescripción médica.

De esta manera, los periodos de vigencia máximos de los permisos de conducir son de 5 años para los permisos de coches y motocicletas y las licencias de conducción; y 3 años para permisos profesionales de autobuses y camiones.

Podemos renovar nuestro carné desde 3 meses antes a su fecha de caducidad. Adelantar la renovación no supone que perdamos días de validez ya que la prórroga del permiso empieza a contar desde la fecha en que caduca el antiguo. Y aunque ya haya caducado podremos seguir renovando el permiso, pero es importante que tengamos en cuenta que no podremos conducir mientras tengamos el permiso caducado.